El membrillo
La balance (1982) * Francia
También conocida como:
- "La soplona" (Hispanoamérica)
Duración: 103 min.
Música: Roland Bocquet
Fotografía: Bernard Zitzermann
Guion: Bob Swaim, Mathieu Fabiani
Dirección: Bob Swaim
Intérpretes: Nathalie Baye (Nicole Danet), Philippe Léotard (Dédé Laffont), Richard Berry (Mathias Palouzi), Christophe Malavoy (Tintin), Maurice Ronet (Roger Massina), Tchéky Karyo (Petrovic), Jean-Paul Comart (Belga), Bernard Freyd (Capitán), Albert Dray (Carlini), Florent Pagny (Simoni), Jean-Daniel Laval (Arnaud), Luc-Antoine Diquero (Picard), Anne-Claude Salimo (Sabrina).
Para hacer frente al aumento de una criminalidad violenta la policía judicial creó las Brigadas Territoriales que actuarían integradas en el tejido urbano del hampa teniendo cada grupo su propia fuente de información, siendo conocido el informador o confidente como "membrillo" o soplón.
En París, Paulo Sanchez se pasea por el barrio de Belleville, donde parece que todo el mundo le conoce, por lo que no le extraña que le llamen desde un coche, viendo, al acercarse a este, cómo le disparan a bocajarro, tras lo que otro hombre lo remata, ya en el suelo.
Mathias Palouzi y su compañero Tintin, dos policías del Distrito 13, recorren el barrio, donde la prostitución está a cada paso, cuando reciben el aviso de la muerte de Paulo Sánchez, partiendo hacia el lugar del crimen.
Les dicen que no hay testigos, lamentando haberle perdido, pues, dicen, Paulo era un buen confidente que denunció al menos a 6 bandas en dos años, estando convencidos de que el asesinato es obra de Roger Massina, que controla todo Belleville.
Los autores se reúnen, en efecto con Roger, que les dice que deben encontrar a alguien que cargue con el asesinato.
Una de las prostitutas del barrio, Nicole habla con su compañera Sabrina, que tiene joyas y ropa de marca para ofrecerle y que le habla de la muerte de Paulo.
Palouzi y Tintin van hacia el Bosque de Bolonia para hablar con Sabrina, que les cuenta que el autor del crimen iba en el maletero, dándoles ella el número de la matrícula, aunque también les dice que corre el rumor de que le traicionaron ellos mismos.
Otro tipo les habla también del rumor y les dice que si es así no conseguirán que nadie hable con ellos.
Ven por la zona a dos de sus compañeros, el Capitán y el Belga, persiguiendo a varios tipos y deciden ayudarles, aunque le pierden por culpa de un camión que descargaba, aunque interrogan a Djerbi, al que le quitan el dinero ganado trapicheando y se lo rompen, por lo que va a hablar con Massina, que le da tres días para que le entregue su dinero, sabiendo que la policía está nerviosa porque no tienen soplones.
El comisario les regaña por haber maltratado a Djerbi, que los denunció y les pide más eficacia, pues no consiguieron nada en las últimas semanas.
Palouzi indica que buscará nuevos soplones, pensando que el más indicado será André Lafont al que echaron de la banda de Massina y es un proxeneta que tiene deudas pendientes con él, pues le echaron cuando su novia se acostó con Massina sin cobrar y él fue a pedirle explicaciones yendo armado, por lo que le dieron una paliza y le expulsaron de la banda.
André, "Dedé", va a ver a su novia, Nicole, que le regala un jersey de Cachemira que le facilitó Sabrina, entregándole también la recaudación.
Palouzi y Tintin van a hablar con Nicole, que les asegura que hace dos años que no ve a Dedé, aunque siguiéndola ven que sigue con él, pues los ven yendo juntos al cine y luego a su casa.
Le esperan por ello al día siguiente en el portal y le detienen, y, aunque Nicole les dice que es solo un cliente, ven que tienen todo lleno de fotos y ropa suya.
Revisan toda la casa y encuentran una pistola y ven que lleva anotados sus servicios, por lo que los llevan a ambos a comisaría.
Hablan con Nicole, a la que le explican que van tras Massina y si no colabora con ellos encerrarán a su novio por chulo y por llevar armas y pasará dos años en prisión.
Ella asegura que no fue delatora ni con la especial, negándose a colaborar.
Interrogan luego a Dedé, al que también le hablan de Massina y le dicen que pasará de chulo a cornudo, pues Nicole no le esperará tanto tiempo.
Reconoce que conoce a Massina, pero se autolesiona para poder denunciarles, aunque, al verlo sangrando, Nicole decide colaborar, aunque no tiene contacto con Massina, a cambio de que le prometan que no tocarán a Dedé.
Tras el acuerdo, le dan una semana para decirles algo, pidiéndoles ella que Dedé no sepa lo que va a hacer.
Puestos en libertad gracias a ella, cuando unos días más tarde ven que no ha cumplido con su compromiso van a verla, encontrándose con se cambiaron de casa una semana antes, consiguiendo localizarlos gracias a Sabrina.
Entran en su nueva casa, pero él, que los presintió consigue sorprenderlos, y huir, aunque, ya en la calle, es detenido por otro policía.
Enterada de la detención de Dedé, Nicole cita a Palouzi en el parque, que le pide que interceda con los de la criminal, ignorando que, aunque fueron ellos quienes le detuvieron lo hicieron para ellos, aceptando a cambio, colaborar.
En la criminal le dicen a Dedé que le pueden caer al menos tres años, añadiendo Palouzi el arma de la anterior ocasión, indicando que con eso podrían ser 5, pese a lo que él se niega a ser un soplón, diciéndole Palouzi que no debe pensar que es un soplón, sino en que puede vengarse de Massina y en quienes ocupan su lugar valiendo menos que él.
Ya en libertad, se queja ante Nicole de que le engañara con Massina y le asegura que el peor error de su vida fue liarse con una puta, aunque luego se arrepiente de sus palabras, provocada por la desesperada situación en que se encuentra.
Debe regresar a ver a Massina, haciendo de tripas corazón, para decirle que tiene un asunto para el que le necesita, pues se trata de un anticuario donde hay un Matisse y necesitará un buen equipo, pues moverán 80 kilos.
Palouzi va a hablar con Nicole a un bar, pues pasó ya un mes y no saben aún nada, dándole ella el domicilio de uno de sus peones, Djerbi.
Preparan un operativo para sorprenderlo a él y a sus colaboradores, haciéndoles creer que les burlaron, aunque acaban siendo detenidos, requisándole su dinero y quemándolo, pues se enfadaron cuando los denunció por malos tratos.
Dedé se imagina que fue Nicole la soplona, pues ahora ya no les incordian, diciendo ella que es a él a quien soltaron y que fue quizá él quien les prometió algo, ante lo que la abofetea, ante lo que ella se queja, pues nunca le había pegado, y se pregunta cómo llegaron a eso.
Pero tras le detención de Djerbi no encuentran a nadie y se quejan de que Dedé no les dio todavía nada, diciendo él que Massina desconfía de todo el mundo, golpeándolo ellos y le amenazan con llevarlo de nuevo a la cárcel o hacer correr el rumor de que es un soplón si no colabora, viéndose así obligado a contarles lo de la galería de arte, aunque les advierte que quien dará el golpe es Petrovic, que, les advierte, está loco.
Dedé les llama para informar del negocio, aunque como no está Palouzi, el capitán decide actuar él junto con otro joven policía, Simoni.
Se lleva a cabo el trato en la trastienda de un bar, advirtiendo el dueño de este de que fuera hay dos tipos, que le parecen policías, por lo que salen y se dirigen a Simoni, al que, le dicen, apesta a pasma, sorprendiendo al capitán otros dos que salieron por la puerta trasera, al capitán, tras lo que golpean duramente al joven, sin que el capitán, apuntado por los otros dos tipos pueda hacer nada.
Esto hace que la policía se enfade, yendo a casa de Dedé y Nicole, acusando al primero de ser el culpable de lo ocurrido a Simoni, pese a que no pudo hacer nada, llevándoselo a un salón de juegos donde todos pueden verle con los policías, haciéndole ver lo que le espera si no colabora, hasta conseguir que les prometa que les entregará a Massina.
Se siente desesperado de ver lo que le está ocurriendo y del lío en que está.
Tras verlo tan mal, Nicole va a ver a Palouzi y le pregunta qué está tramando, y lo acusa de haberlo hecho primero con Paulo y ahora con ellos, pidiéndole él prudencia.
Dedé escucha cómo los socios de Massina se plantean que debió haber un soplo, aunque piensan que pudo ser cualquiera.
Dedé y Petrovic se hacen pasar por empleados de telefónica y roban en el piso del anticuario, aunque los policías están al tanto de todo gracias al primero.
Poco después recogen a Massina en la furgoneta, aunque este obliga a Dedé a dejar la furgoneta, al no fiarse de él, haciendo que sea Petrovic quien conduzca.
La operación policial, preparada que pareciera un accidente y que no sospecharan de Dedé se viene abajo, ya que será Petrovic quien acompañe a Massina, por lo que deciden detener la operación, ya que van armados y será todo muy peligroso.
Llaman por ello al Belga, que es quien debe provocar el accidente, aunque este lleva puestos los cascos con un walkman y no los escucha, provocando el accidente.
Massina, consciente de que no pueden dar un parte con un coche robado, trata de negociar con el Belga, al que le ofrece más dinero de lo que vale su coche, lo que el Belga rechaza, por lo que Petrovic saca su arma, y, aunque en el plan inicial iban a aparecer dos policías regulares como si pasaran por casualidad, Palouzi decide que deben intervenir, ya que la situación se volvió muy peligrosa.
Al ver el movimiento de los policías, los delincuentes comprenden que es una encerrona y disparan al Belga y luego a ellos, acabando con varios civiles con el tiroteo.
Temiendo que haya más víctimas, los policías avanzan con cautela, consiguiente Petrovic y Massina escabullirse gracias a ello.
Descubren entonces, con alivio que el Belga sonríe y no murió, pues la bala de Petrovic fue detenida por un medallón y por el walkman.
Petrovic se cuela en un almacén abandonado, donde es descubierto por uno de los policías, que le hace tirar el arma, aunque entonces saca otra que llevaba oculta y acaba con él, sorprendido además al capitán por la espalda, aunque es, a su vez, sorprendido él por otros dos policías, que consiguen detenerlo.
Pero el capitán les pide a los dos policías que no le esposen, y le dispara a la cabeza, pidiendo a sus subordinados que le coloquen su arma en la mano.
Massina, por su parte, tras huir en el metro llega a Belleville, sorprendiendo a Dedé en un bar, mientras come y le dice que faltó poco para que le cogieran, por lo que, a punta de pistola lo saca hasta el patio del bar, y le pide que entre al servicio, una sucia taza turca, donde dice, le corresponde morir, aunque Dedé consigue reaccionar y, dando una patada a la puerta consigue hacerle perder la pistola, siendo él quien, tras una corta pelea le dispare a Massina en la boca.
Llama tras ello a Nicole, a la que cita en media hora.
Entretanto, Palouzi y su compañero acuden al bar donde tuvo lugar la pelea, pensando que a quien encontrarán muerto es a Dedé, sorprendiéndoles que sea Massina, por lo que deben afanarse en encontrarlo ellos antes que los hombres de Massina o morirá.
Nicole le pide a Dedé que se entregue a la policía, pues de lo contrario lo matarán, a lo que se niega, pues en la operación también murieron policías y cree que no le perdonarán.
Vuelven a hacer el amor, tras lo que le pide a Nicole que consiga un coche, sin escuchar los lamentos de ella, convencida de que le matarán.
Consigue el coche, tal como le encargó él, que cuando se acerca, la ve dentro, llorando, y ve que no le abre, descubriendo, al girarse que le esperan detrás Palouzi y el resto de sus hombres, que lo detienen, comprendiendo que ella lo delató por amor.