Chavalas
España (2020) *
Duración: 91 min.
Música: Framcesc Gené y Claudia Torrente
Fotografía: Juan Carlos Lausín
Guion y Dirección: Carol Rodríguez Colás
Intérpretes: Vicky Luengo (Marta), Carolina Yuste (Desi), Elisabet Casanovas (Bea), Ángela Cervantes (Soraya), José Mota (Ramón), Ana Fernández (Lili), Cristina Plazas (Mari Carmen), Mario Zorrilla (Juan), Andreas Muñoz (Adrián), Frank Feys (Ray), Louise Good (Katy), Carlos Serrano-Clark (Guille), Biel Durán (Joan).
Marta hace fotografías a una modelo.
Va luego con Lili, su amiga y compañera de piso, hasta un centro de creadores, donde espera encontrar contactos, aunque ella se resiste a entrar y, una vez dentro no puede reprimir la risa al ver lo que consideran arte, y que para ella es ridículo.
Lili le presenta a un amigo, Adrián, con el que estudió en London Art College y le pregunta si podrían fichar a Marta.
Lili sí consigue entrar en el centro., pues una artista va a desarrollar un proyecto y quiere tenerla como colaboradora y le dejarán una habitación.
Pero para Marta es un duro golpe, pues les van a subir el alquiler y esperaba buscar otra cosa juntas, diciéndole Lili que, de todos modos le pagará el alquiler, y además, estando allí, podrá tratar de meterla a ella, pues, para ser alguien deben estar allí.
Con su jefe, Ray, repasan los trabajos y proyectos de todos, hablando ella de un reportaje sobre el deseo, para lo que ha fragmentado los cuerpos, aunque, su jefe le dice que tiene la sensación de que es algo que ya vieron antes.
Ray le dice luego que le gustó mucho lo que le dijo cuando la entrevistó y le pidió que le enseñara su mejor foto y ella le dijo que la haría cuando la contratara.
Le indica que van a pasar mucho trabajo a Londres y van a reducir plantilla y solo quedará Katy asistiendo a Guillermo.
Ella se ofrece como asistente, pero le dicen que es trabajo para una becaria.
Le dice también que está trabajando en un proyecto muy interesante y él le dice que ha esperado mucho tiempo su mejor foto.
Perdido su trabajo busca entre sus amigos contactar con alguien que pueda alojarla unos días, y, tras dejar su piso, coge el autobús hacia Cornellá a casa de su amiga Bea, el único lugar que encontró donde pasar unos días.
Bea vive en la que fue la casa de sus abuelos, que reformaron ella y Joan, que montó allí su estudio, estando con ella también Desi, su otra amiga.
Le preguntan si sigue viviendo de las fotografías en un momento en que todo el mundo tiene buenas cámaras.
Le pregunta a Desiré por su novio americano, con el que estuvo a punto de casarse por los papeles para quedarse a trabajar en Nueva York, pero que ya rompieron.
Esa noche duermen las tres amigas juntas.
Desiré le pregunta por qué no va a casa de sus padres, pues su padre estuvo el día anterior en el bar y le dice que es muy majo, aunque ella dice que son muy pesados, pues no les contó nada aun y le da pereza.
Desiré le dice que su padre siempre habla de ella y de lo lista y creativa que es.
Van al "Boquerón", el bar de Soraya, otra amiga, a la que, dicen, le va muy bien, pues con las comuniones paga la mitad del alquiler, descubriéndola haciendo el amor con el payaso que va a actuar en la comunión.
Le cuenta luego que les da para vivir ya que Diego no encuentra trabajo.
Mientras toman unas cervezas ven a otras dos chicas, que Marta recuerda como las "chonis" del instituto, y a las que Desi llama para saludar pese a los remilgos de Marta, y una de ellas, Trini, le dice que se va a casar y la invita a la despedida que le han montado sus amigas, mostrando su extrañeza ella al ver esa alianza.
Cuando se van, Desi le dice que se lo pasa muy bien con ellas, diciéndoles Marta que no tienen nada que ver con ellas, diciendo Desi que así es, porque ellas están más tranquilas y felices con sus vidas que ellas con las suyas.
Bea le dice que podría alegrarse de estar allí con ellas, diciendo ella que se alegra, pero que ese barrio le deprime.
Va tras ello, con su maleta, a casa de sus padres.
Su padre le dice que recogió una mesilla estupenda para ella haciendo un porte en la zona alta y le muestra también otra tortuga que encontró, a la que llama Liebre y a la que le gusta su gazpacho con vinagre de Módena que él hace.
Acaba enfadada porque no aguanta el control de su madre, y al día siguiente vuelve a coger la maleta y se va a ver a Lili, que se sorprende al ver que va con su maleta, por lo que le pregunta si le ha salido un trabajo, contándole ella que en efecto, que le salió un trabajo en Estocolmo.
Debe regresar a casa de su madre, visitar a su tía y acompañarla a la tienda de fotos de Ramón, al que le cuenta que es también fotógrafa, contándole ella que busca a alguien para la temporada alta de bodas y comuniones, aunque ella dice que no es lo que busca.
Va a mostrar su trabajo a Adrián, el chico que le presentó Lili, pero le dice que su trabajo es deprimente y la invita a ir a su casa a echarse una siesta, no mostrando interés alguno por su trabajo, derivándola, al ver que no está dispuesto a irse con él a la cama, a otros amigos para que les muestre el trabajo.
Queda con estos en un pub, pero ni el ambiente invita a hablar del asunto, ni muestran tampoco demasiado interés, y además, por estar con ellos le cierran el metro.
Debe llamar de nuevo a Bea, a la que le cuenta que Adrián solo quería ligar con ella y la gente a la que le envió, no tenía sensibilidad alguna, diciéndole que está atrapada allí, recomendándole Bea que si quiere marcharse, trabaje y ahorre.
Llama al día siguiente a Lili para ver si habló de lo suyo, indicándole que sí, pero que miran mucho la trayectoria de los residentes.
Ella le cuenta que en el estudio en que está le han propuesto exponer una de sus piezas en una galería, preguntándole su amiga por qué no se queda, diciéndole que no le apeteces, que estará allí para ahorrar un poco y se irá, contándole su amiga que a lo mejor le sale algo de publicidad en Los Angeles.
Acaba yendo a la tienda de Ramón y aceptando el trabajo de fotógrafa de bodas y comuniones, debiendo tratar de vender un kit adicional y ponerles disfraces y hacer reportajes temáticos en photocall a 12 Euros, recomendándole Ramón que no comience hasta que saquen los combinados.
Su primer trabajo es además en bar el Boquerón, el de su amiga, para una boda.
Efectivamente, a medida que beben, van pidiendo más fotos y les gusta ponerse las pelucas para que se las hagan.
Terminada la boda, sus amigas se toman una cerveza junto a ella, que, para romper el hielo, se coloca una de las pelucas que llevaba y bromea con que volvieron sus mechas azules. Finalmente ríen y comparten una cerveza con ella.
Su madre le pide que se empadrone allí para que la pueda ver un ginecólogo, y se enfada cuando le echa la comida en el plato, recordándole que tiene 27 años.
Mira en el móvil galerías de Estocolmo de Arte moderno y sobre una de ellas escribe, simulando que van a hacer una exposición con su obra, lo que hace que la llame Lili para felicitarla y le dice que sus amigos quieren verla en septiembre.
Queda de nuevo con sus amigas en un banco del barrio, como cuando eran estudiantes, riéndose de ella al ver su gorra y les pregunta si la noche especial era eso, estar sentadas en el banco, donde grabaron sus nombres y bebiendo sangría en un tetrabrik, proponiendo ir a Barcelona, aunque ni Desi ni Soraya les apetece.
Acaban jugando al billar y bailando en el bar del barrio, y, aunque Marta se resiste, porque le da vergüenza que las vean, aunque al final se anima y se une a ellas y de hecho, unos chicos les aplauden desde fuera y luego las animan, una vez dentro.
Se toman unos chupitos y Bea les muestra el baile que aprendió en clase de salsa y como bebió mucho acaba liándose con uno de los chicos, pese a que Desi le pide que no lo haga, pues está colocada y al día siguiente se arrepentirá.
Marta y Desi van a la trastienda y se tumban en un colchón, yendo otro de los chicos, Robert, que se baja los pantalones y comienza a masturbarse delante de ellas, que le obligan a marcharse con una escoba.
Se despiertan con resaca a la mañana siguiente.
Desi le pide a Marta que se quede allí, pues yendo de un sitio a otro no llega a ningún sitio y ella allí está tranquila y contenta estando con ellas que son su única familia y se abrazan tras ello.
Ramón le enseña su colección de fotos que le hicieron repetir, pero que él guarda.
Le encarga la despedida y boda de Trini.
Se visten para la ocasión y hacen la despedida, a la que va como invitada y fotógrafa, apareciendo de pronto, mientras se divierten, Lili.
Ella trata de esconderse y pasar desapercibida y se quita los aditamentos de la despedida, pero su amiga la ve y le pregunta qué hace allí, diciendo que está con las amigas del cole, preguntándole Lili si no tenía una exposición, diciendo ella que le insistieron mucho sus amigas para ir a la despedida y adelantó el vuelo, viendo la cara de incredulidad tanto de Lili como del resto de sus amigas, recordándole Trini que tiene que hacer el reportaje, pues para ello le pagan.
Trata de simular que no tiene nada que ver con ellas y le dice a Lili que sabe que ha dado la cara por ella, diciéndole Lili que lo peor es que creía que confiaba en ella.
Se queda fatal, pero sus amigas también, pues no entienden que se avergüence de ellas, y le reprocha a Bea que la animara para regresar al barrio, pues no tiene nada que ver con ellas y tiene otra vida, respondiéndole Bea que se arrepiente de habérselo dicho, pues se habrían ahorrado aguantarle sus comentarios de superioridad, siempre juzgando y haciéndole sentir que su relación con Joan no vale y que su vida es aburrida y espera que con esa gente consiga un poco de intimidad y que le puedan recoger el pelo cuando vomite y que les pueda llamar a las 12 o a las 5 de la mañana y que, en vez de tener vergüenza de ellas, debería tenerla de sí misma.
Sigue trabajando con Ramón y viviendo con sus padres, pero ahora sin estar con ningún grupo de verdad y discutiendo con su madre.
Muere la tortuga y va con sus padres a enterrarla a la rotonda del barrio, bajo un árbol, leyendo su madre un poema que era para el abuelo, pero que lee también para la tortuga, emocionándose Marta y rompiendo a llorar en ese momento.
Acompaña a su madre a sus clases de Taichí y, observando a esas mujeres maduras, decide sacarles una foto.
Hará lo mismo después con otra gente del barrio, haciendo las cosas cotidianas,
Unos días más tarde, vuelve al bar de Soraya, donde están reunidas sus amigas y le pregunta a Soraya si ya sopló las velas, negando esta con la cabeza.
Ve que no la quieren siguiera mirar, aunque le dice a Soraya que le ha llevado un regalo, apareciendo un hombre cargado con globos con forma de palomas, que suelta y vuelan por el aire haciendo figuras, diciéndole Soraya mientras sonríe que era más fácil decir lo siento.
Les dice que la única cosa que le hizo sentirse bien las últimas semanas fue estar con ellas, con lágrimas en los ojos.
Bea se levanta y coloca una silla más junto a ellas, consiguiendo hacerla sonreír.
En la tienda de Ramón, este observa las fotos que hizo y le dice que espera que lo invite a su exposición, riendo ella descreída de que pueda hacerla.
Le hace fotos a su amiga Soraya, porque, le dice, es muy auténtica.
Viendo que su bar está lleno, le pregunta si cree que si hiciera una exposición allí iría tanta gente, diciéndole Soraya que seguro. Que para atraer a la gente hay que darles lo que les gusta y lo que gusta allí son las cosas gratis.
Llama a Katy, su antigua compañera para decirle que necesita un favor.
Consigue gracias a Ramón imprimir fotos enormes por poco dinero.
Se reúnen todas sus amigas y su familia en el centro de la urbanización, donde pasó tantos ratos con sus amigas, rodeada de edificios.
Su padre lleva en la furgoneta a Katy, a Guillermo y a otros conocidos.
Da tras ello un silbido y, desde diferentes ventanas del barrio comienzan a desplegar enormes fotos, en las que la gente del barrio se reconoce y le aplauden.
La obligan a hablar, diciendo ella que sus influencias son su madre, su padre y sus amigas sentadas en un banco todos los veranos y eso la ha hecho ser quien es.
Llega entonces Ray, al que avisó Guillermo y alaba su exposición, diciéndole que su mejor foto es una de sus tres amigas en la trastienda del bar.
Comparten luego en el bar de Soraya cervezas y baile para celebrarlo.
Ray le dice que van a ir a La Nave y le propone ir con ellos. Que le presentará al director, que está buscando nuevos proyectos para exponer.
Sus amigas le dicen que seguirán ellas la fiesta ya solas, aunque ella le dice que la han invitado a ir a una sala donde quizá pueda exponer en unos meses.
Les ofrece llamar a un taxi para poder ir las cuatro, diciéndole Bea que vaya ella y se despiden, aunque cuando llega Desi no entiende que se vaya con ellos y no quiere que lo haga, diciéndole ella que se va, pero que la llamará al día siguiente.
Se va con sus antiguos compañeros a La Nave, diciéndole Desi mientras se marcha que la chica puede salir del barrio, pero no el barrio de la chica.
Mira a sus amigas que se quedan atrás y sonríe.